Bruselas, trabajar en una multinacional (I).
Viernes noche. Compruebas tu cuenta bancaria y te das cuenta de que ya no tienes casi ahorros, es decir, no tienes tiempo.
Desesperadamente actualizas el currículum, los subes a la red y te mentalizas de que ahora, ya, viene lo duro.
Pero el lunes te despierta una llamada, que te convoca para una entrevista el miércoles y ya el lunes te incorporas. Las condiciones son buenas –sueldo digno a cambio de sólo tres días de tu semana- y el ambiente no está mal. No parecía posible, pero ha ocurrido.
Así que, de pronto, estas trabajando para una multinacional yankee; esto es, para los malos. La estructura, los procesos, los flujos de trabajo, todo está diseñado según una cuidada mecánica de productividad implacable. Cualquier recurso se puede reemplazar, por lo tanto, es prescindible. Y al decir “recurso”, claro, se está hablando de personas.
Toda actividad se rige según normativas, procedimientos o códigos, sí. Pero al menos el de vestimenta no incluye una corbata. Siempre te ha parecido que es la manera en la que el sistema hace ostentación de su poder sobre uno. Una prenda que lo mismo hace su función de elegante correa para perros que de soga paciente, a la espera de una orden que la tense y ahorque a quien la lleva.
jajajajajaja… buenísimo! Creo que era Mark Twain que decía que la mejor solución cuando te duele la cabeza es martillarte un dedo… Cambia una cosa por otra que es más soportable.
No había oído lo de Twain, al menos de esa forma. Pero estoy pensado que tendría cierto sentido, incluso biológico. Seguramente, el cuerpo empiece a segregar endorfinas a chorro y la cabeza te duela menos… Eso sí, mejor que haga otro la prueba. Yo tiraré de ibuprofeno. ;)