Elementros transversales de la creatividad (II)

(continuando con la lista de elementos transversales de la creatividad y gracias a algunas aportaciones):

  • El lenguaje: El conjunto de elementos y técnicas que permite, por su naturaleza o evolución cultural, un ámbito creativo. Las ondas sonoras que producen palabras e instrumentos y las gramáticas de las armonías, por mezclar dos ejemplos. Es decir, los materiales y las normas para descifrar los códigos. (Escribí algo más sobre esto un día). Importante señalar también que cuando se intenta pasar de un lenguaje a otro (por ejemplo, hacer una película a partir de un libro) es importantísimo conocer ambos lenguajes. Y, del mismo modo que no tiene sentido traducir de un idioma a otro palabra por palabra, no basta con cambiar el «formato», sino, probablemente, modificar estructuras y recursos según convenga.
  • La consonancia y disonancia: La relación, dentro de ese lenguaje, entre lo que nos resulta familiar y conocido (lo consonante) y lo que nos resulta nuevo y, tal vez, revelador (disonante). Ambos deben de estar equilibrados para que el receptor se sienta cómodo pero no se aburra. Su importancia es enorme, porque de alguna manera define a quién puede llegar tu obra, es decir, determina tu público. (De esto ya hablé una vez y puse referencias). Los equilibrios entre consonancias y disonancias sirven también para crear…
  • La tensión: El constante estado de desequilibrio que obliga a perseguir una evolución, una resolución, la construcción de nuevas tensiones. Es decir, que habilita la progresividad. Se puede construir en contraposiciones durante el desarrollo, en el tiempo, o en el espacio, o en los códigos. Pero siempre ha de haber algo que «no encaje del todo». Algo que haga que la nieve sea negra o el protagonista no sea feliz.

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  • Los códigos, los niveles: Siempre existen diferentes niveles de percepción de un arte. En algunos casos son más obvios (lo visual y lo auditivo en el cine), en otro más sutiles (el texto y el subtexto en la escritura). Es importante conocer su presencia y su interrelación entre ellos. Para sacarle partido a través de…
  • El extrañamiento,  el efecto en V: Muy a menudo, las tensiones se construyen en una misma dimensión, mediante un elemento y su contrario. El bien contra el mal, o «la nieve negra» que comentaba arriba. Sin embargo, el resultado casi siempre resulta más interesante cuando lo que se busca es la creación de un «ángulo». Un efecto en V. ¿Y si en lugar de negra, la nieve es ensordecedora? ¿Qué está diciendo el poeta con eso? Creo que se podría explicar de una manera incluso matemática. Una recta tiene una sola dimensión, lo cual permite el movimiento en dos sentidos: de un lado a otro, o al revés. Sin embargo, incluyendo un tercer elemento no alineado con los anteriores, nos movemos en un plano, en una segunda dimensión, lo que permite mucho más movimiento, giros, curvas, cruces. E incluso podríamos añadir otro más fuera del plano y entonces tendríamos una espacio que hace aumentar las combinaciones infinitamente. Volviendo a la creatividad, hablo de incluir elementos «relacionados» con los anteriores pero situarlos de forma no evidente. Asimétrica.
  • El interlocutor: Siempre hay una persona al otro lado. Aunque sea uno mismo. De hecho, cada uno es el primer público de su propia obra. Inevitablemente, el creador dialoga consigo durante el proceso creador. Y, a menudo, también, con otros interlocutores. En este sentido, es fundamental el valor de la honestidad. De no pretender ser quien no se es. Por otra parte, respecto al interlocutor, pueden existir personas externas y algo ajenas, que reciben la obra de manera más o menos activa, pero sobre la que hay pocas posibilidades de interacción. Sin embargo, en ocasiones puede ocurrir…
  • El interplay: Que se da cuando el emisor se deja influir por su entorno en el proceso de creación. La expresión la tomo del comentario de Ramón en el primer post, que lo explica desde la improvisación en jazz. Pero cualquier arte escénica o performance que se desarrolle en directo puede incluir este componente. Eso de que «uno puede escuchar hasta donde quiera y dejarse estimular por todo lo que le rodea«.
  • El juego: Elemento necesario de la creatividad. Esa capacidad que otorga seguridad y espacio para habilitar el pensamiento lateral, las combinaciones inesperadas y los hallazgos. De esto también hice un post hace algún tiempo. Y en algunos casos, incluso podría llevar al…
  • Efecto terapéutico/Catarsis: Esto más que un elemento creativo es una consecuencia posible de las acciones creativas tanto sobre creador, como sobre su público. La posibilidad de liberarse …o condenarse. Sin embargo, puede llegar a ser importancia tan intensa durante el proceso de creación (y también de recepción… ¿recordáis la narratoterapia?) que altere la propia obra, por lo que la incluyo.
  • La normatividad:  El lenguaje viene siempre con una serie de normas que, sobre todo en el pasado, pueden ser particularmente rígidas o «sagradas». Hoy en día, después de las vanguardias de hace un siglo, casi siempre son más flexibles (aunque hay movimientos «normalizadores» intensos, sobre todo cuando hay negocio de comunicación de masas). En cualquier caso, siempre es de gran valor conocer las normas. Tanto para usarlas, como para saltárselas cuando conviene, por supuesto. En algunos casos, por desconocimiento de las mismas o por voluntad propia pueden convertirse en…
  • La virtud de la limitación: El efecto que se da cuando un autor se constriñe, bien voluntariamente, bien por falta de capacidad, dentro de unos límites innecesariamente estrictos. Lo cual, en ocasiones, puede resultar paradójicamente liberador. Desde la perspectiva de que muchas decisiones vienen ya tomadas y definen un campo de acción más cerrado. Al ampliar el set de normas, de condicionantes y restricciones, se puede hacer de un juego complicado uno más sencillo y, en ocasiones, efectivo. (¿Leísteis los poemas en castellano de los alumnos griegos de mi hermana?) Y, mientras digo esto, no puedo dejar de pensar en algunos artistas urbanos (las fotos son tan malas porque son mías ;)):

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Y… hasta aquí he llegado.

Está claro que, ser capaz de conjugar tantas y tan diversas técnicas y recursos requiere mucho más que un método protocolizado (aunque lo intentan, y vaya que si lo intentan). Quizá sólo se puede hacer a ojo de buen cubero, de manera intuitiva, espontánea, algo visceral.

De lo contrario ….¿se lo podría seguir llamando creativo?

9 comentarios en “Elementros transversales de la creatividad (II)

  1. Iba a decir que añadiría algo, aunque no sé cómo llamarlo. La emoción, quería llamarlo. Aunque en realidad ya lo has señalado cuando hablas del juego, y de la catarsis.
    Pensaba en la emoción que te mueve, antes de, y el estado de durante, que no sé si es emocional, quizás más bien de no-plena-autoconciencia, y que sólo descubres a posteriori, cuando cobras conciencia de que durante un rato, una hora, dos, apenas has tenido control consciente de tus pensamientos, porque has estado enfrascada, absorta, en acción. Algo así quería decir, aunque creo que lo has traído en varios puntos.
    Pero bueno, aun así lo digo. Porque me refería a eso que te lleva a la disposición creativa. Lo que te mueve. Que podríamos llamar deseo, por ejemplo. Deseo de revivir esa diversión despreocupada y absorta del juego, y que quizá evoquemos cuando nos disponemos a pintar, tocar, escribir, bailar, fotografiar… Me refería a ese placer.
    Y ahí puede haber distintos planos mezclándose. Como dicen muchos aquí http://www.brainpickings.org/index.php/2013/11/08/whos-writing-this-notations-on-the-authorial-i-with-self-portraits/ hay al menos dos yoes en esa acción creativa, el que está haciendo y el que piensa sobre él haciendo lo que hace. Y no son simultáneos. Porque el que actúa no puede estar plenamente más que en ese hacer. Pensar sobre ello te distancia y te «saca».
    El «perseguidor» regresaba de esos estados a una sensación invivible de miseria y mediocridad que los demás no comprendían. Pero él volvía y volvía a intentar alcanzar aquello que intuía, que estaba ahí, que casi tocaba pero se zafaba.
    Y bueno, también está el saberse capaz, hábil, bueno en algo. También la tentación de superar el desafío, de probarse.
    Claro que es eso y más, supongo. Se me resiste a ser racionailzado.

    1. Muchas gracias por la respuesta, hidromuria. Sabía que no ibas a faltar a esta. ;)

      Supongo que eso que comentas es, en cierto modo, transversal a muchos de los elementos transversales de los que hablaba. Así que es transversal, pero de un transversal distinto. :DDD

      Totalmente de acuerdo en que «yo somos muchos» (https://luistarrafeta.com/2013/04/18/yo-somos-muchos/) y en que la conciencia de estar creando te puede sacar de tu creación. Es algo muy escurridizo esto de la conciencia. Y algo sobre lo que, probablemente, sea difícil educarse a uno mismo.

      Me estoy dando cuenta de que, ahora mismo, mientras escribo esto, estoy intentando escuchar lo que quiero decir, y transcribirlo, pero también me leo como de fuera e, incluso, hay una representación de una hidromuria txikitita (que será muy distinta a ti) e incluso una mayoría silenciosa y con algunas representaciones personales conocidas. Impone mucho respeto todo eso. Y lo convierte en un ejercicio muy distinto al abandonarse.

      Y, cómo no, el perseguidor tenía que aparecer por ahí. Venden los dioses lo dan.

      Gracias de nuevo. Un abrazo!

      PD: Qué bueno el link, por cierto. ;)

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