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ÚLTIMOS VESTIGIOS
–
—-Caminábamos, tú y yo,
trazando de nuevo
las antiguas sendas
que inventamos.
Las nuestras,
las de entonces.
–
—–Terminaron por llevarnos
a las ruinas del jardín más íntimo
en que vivimos juntos.
—–Aquel que compartimos,
maravillados,
como niños que amanecen un día
y su pequeño mundo
está ya cubierto por la nieve.
–
—–Al llegar allí,
en el silencio de los escombros
y tu presencia,
recogí del suelo, acuclillado,
un fragmento del cristal de hadas
en que dormimos juntos.
–
—-Yacía en mi mano.
Ahogado el brillo
—- en el polvo
—- y el descuido.
—- Yacía en mi mano.
Sin embargo,
—- vivo
—- y, en esencia,
—- intacto
Nos miramos mudos
—-comprediendo lentamente.
Lentamente, volví a acunarlo
en el letargo de los restos
y otras magias.
—-
—-
—-Finalmente,
me incorporé.
Sacudí la arena de mis manos.
Y continuamos caminando
—-tú y yo
hacia la siguiente estancia.
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—-
—-
—-Mientras,
tras nuestros pasos,
renació viejo el viento
diluyendo la tierra y los pedazos
————en la inmemoria.