Recuérdalo

.

.

¿Lo recuerdas?

Debías tener unos seis u ocho años cuando te asaltó la duda. Es algo que se sabe desde muy pronto: nadie guarda recuerdos de su propio nacimiento. Ni siquiera de sus primeros años de vida. Así que, ¿cómo podías tener la certeza de que tus padres fueran en realidad tus padres? ¿No podían haberte arrebatado?

Haz memoria.

Eso explicaba por qué eran a veces tan malos contigo. Por qué te reñían y te obligaban a hacer todas esas cosas idiotas. Era que no te querían lo suficiente. Estaba claro, no eran tus padres. No podían serlo.

¿Qué me dices? ¿Lo recuerdas?

Y entonces, si aquellos dos adultos eran de pronto unos extraños, ¿qué había sido de los tuyos, los legítimos? ¿dónde estaban? ¿quiénes eran? Seguro eran mejores que …ese par mentirosos.

Tal vez fueran magos, millonarios. Individuos capaces de colmarte de satisfacciones. ¿Quizá estuvieran aún buscándote, desesperados, por el mundo? Porque seguro que no te habían olvidado.

Espera. ¿Y si habían…?

No. Eso sí que no.

Pero a tu edad, tan dependiente aún, sólo te quedaba guardar el secreto. Y  que aquellos dos no detectaran tus sospechas. Se hacía necesario prestar atención, fijarse en los detalles, en cada posible pista que, sin querer, pudieran darte sobre tu verdadero origen. Algún día serías mayor para buscarlos.

Recuérdalo.

.

.

.

.

– Mapa del poemario – 

Eres mi público si… / Yo somos muchos /Está ocurriendo / Miedo I / Recuérdalo / Tampoco esta noche / No se lo digas a nadie / Miedo II / El vaso / Ley de vida /Transitar el verano

2 comentarios en “Recuérdalo

La mejor sección del blog: ¡Los comentarios!

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s