Cómo llevar un blog para la Inclusión Social – (opinión muy personal)

Hace ya casi dos años anunciaba en esta página que habíamos arrancado un blog para los usuarios del Albergue para Personas Sin Hogar de Pamplona. Bajo un cielo abierto, se sigue llamando. La primera entrada -con colaboración de usuarios- fue un 21 de diciembre. Justo para el solsticio. Justo cuando los días comienzan a hacerse más largos bajo el cielo de este hemisferio.

Desde http://nelibri.blogspot.com.es/

Vaya por delante que no tengo ninguna formación específica en temas de intervención social. Sólo lo que gente muy cercana y muy profesional me ha podido orientar y lo que he podido intuir por sentido común puro y duro. Aun así, creo que ha sido tiempo suficiente para haber aprendido unas cuantas cosas sobre cómo llevar un blog de este estilo. Es decir, uno que intente convertir en protagonistas a personas en una situación muy seria de exclusión social.

 Está claro que abundan los centros que pueden intentar aprovechar la experiencia. (De hecho, uno de los puntazos de este proyecto ha sido entrar en contacto con otros similares, como el de los presos del Centro Penitenciario de Pamplona: Liberando Palabras). Así que, ¿por qué no compartir lo aprendido?

Sin más pretensiones que desde mi experiencia personal, ¿de acuerdo? Pero allá van:

  • Primero de todo: Son personas, no «fuentes». Para poder publicar historias interesantes, es necesario establecer una comunicación, relacionarse, darles motivos para confiar en ti. Y eso no se puede impostar. No indefinidamente, al menos. Es necesario explicar bien qué estás buscando y, sobre todo, escuchar bien. Si te obcecas con «sacar la historia» (algo que puede ocurrirles a los periodistas, o a los que -como yo- tenemos ínfulas literarias),  la otra persona se dará cuenta y se sentirá utilizada. Además, con razón. Déjales hablar. Las historias que tienen son buenas. Y, si están ahí, contigo, es porque están dispuestos a hablar de ellas. Ten paciencia.
  • Asegúrate de que están al corriente de lo que quieres hacer. Cuando nos juntamos con alguien, le explicamos lo que hacemos, qué buscamos, qué creemos que le puede aportar, qué riesgos corre, qué opciones tiene (por ejemplo: escribir desde el anonimato o no)… Y sobre todo, en nuestra manera de trabajar, nunca publicamos una entrada sin habérsela enseñado previamente a su dueño. Es él quien debe validarla.
  • Acepta que serán pocos los que quieran participar, que hay malos días e, incluso, que alguno te mandará a la mierda sólo por proponérselo. Oye… es lo que hay.
  • Sobre la manera de trabajar, lo más eficiente -para nosotros- suele ser hablar con la persona sobre un tema en concreto mientras tomamos notas a toda velocidad en un ordenador para pasarlo a limpio en casa.
  • Pero hemos probado con grabaciones de audio, pedirles textos (a mano, a máquina o incluso en digital), fotosvídeos, dibujos u otras obras… No hay por qué cerrarse a formatos. Pero ten en cuenta cual es tu audiencia. Algunas de las entradas muy interesantes  que hemos hecho -un cuaderno de ruta de un usuario- no tuvieron mucho éxito por embeber un prezi. Algo demasiado sofisticado para muchos lectores…
  • Desde luego, piensa también en el que va a leer el texto. Puede necesitar cierta información extra que el usuario, el que te está contando algo, no te explica porque tú ya las sabes. Pero puede que el lector final no. Esas cosas, pónselas fáciles.
  • Pero, si en algún momento tienes que escribir algo como «el voluntario» que lleva eso, mantente al margen. Sin juzgar. Sin hacer reflexiones personales, ni desviar la atención. La contextualización necesaria. En tono neutro, informativo. Ellos harán el resto.
  • Ten cuidado con nombrar a terceros. Instituciones, empresas, organismos o personas. Sobre todo, si es para realizar comentarios negativos. Aquí también, como en la vida, hay que escoger con cuidado a los enemigos. Y piensa que, lo más probable, es que no vayas solo en el barco. La mejor manera de ganar es no jugar.
  • Incluso, en ocasiones, hemos preferido autocensurarnos para no resultar demasiado sensacionalistas. A veces estas personas dicen cosas muy sobradas de sí mismos, de sus familias, de sus propias vidas. Cuándo hacerlo y cuando no… es una cuestión de sensibilidad y creo que no hay reglas claras. (Si alguien las tiene, que me lo ponga por favor en los comentarios). Pero creemos que, en condiciones normales, es mejor equivocarse por callar que por hablar.
  • En cualquier caso, si tienes dudas sobre como publicar algo, qué decir o no, cómo gestionar un tema… pregunta a los que saben. Los profesionales que trabajan a diario con los usuarios son los más adecuados, casi seguro. Porque dudar es de sabios, pero quedarse con la duda es de necios. Eso sí, ten en cuenta que esos profesionales pueden saber menos de las implicaciones a nivel «técnico» de la plataforma. Visibilidad, relevancia… En algunos casos, quizá debas dar alguna explicación extra.
  • Cuando hayas publicado, sobre todo si la entrada ha tenido un cierto éxito, no dudes en enseñarles las estadísticas de visitas, o los comentarios que hayan podido generar. Es algo impresionantemente motivador. Según expertos, el mayor de todos los problemas que tienen las personas en situaciones de alta exclusión es la soledad. El hecho de encontrarse ante una audiencia interesada, que comunica con ellos, tiene un efecto muy positivo y potente. Como en cualquiera, vaya…
  • Por eso mismo, merece la pena hacerlo  social. Meterlo en las redes sociales y ponérselo fácil a sus seguidores. Puedes incluso sacar temas, debates, noticias en esas plataformas para mantener vivo el interés de la audiencia. Esto es algo que lleva tiempo, pero es como se construyen las comunidades en internet, ¿no?

Lo que está claro, lo que no ha cambiado desde el primer día que pensamos en el proyecto, es que mantemos  «la convicción de que en cualquier esquina es posible encontrar historias que tienen mucho que aportar, tanto a quien las lee como a quien las cuenta«.

PD: …a todo esto, ¿alguien al aparato para echarme una mano? Últimamente estoy un poco abandonado y es bastante curro para uno solo. ;)

2 comentarios en “Cómo llevar un blog para la Inclusión Social – (opinión muy personal)

  1. Muy interesante el post y lleno de coincidencias con «mi historia bloguera» (que actualmente está parada).
    Las cosas que más me han llamado la atención de esta experiencia, han sido las ganas de ayudar a otras personas que tenían estas personas que se encontraban en una situación tan adversa, las ganas de compartir y de contar sus historias. Y como dice Luís, el sentirse escuchados en un contexto de soledad, con las estadísticas, los comentarios, etc. era un aliciente para seguir adelante y para seguir también escribiendo en el blog. Para las profesionales, algo completamente motivador, una experiencia maravillosa, personal y profesionalmente.

    Adelante con «Bajo un cielo abierto». Debemos crear cuantos altavoces sean necesarios para escuchar las voces de las personas a las que la sociedad, la vida o ambas, ha callado.

    P:D:: Escuchada la petición, cuéntame si quieres cómo se puede colaborar…

    1. La verdad es que hay mucho que aprovechar de todo esto, ¿verdad? Estoy seguro de que más personas acabarán beneficiándose del trabajo realizado. Enhorabuena por ello y ánimo.

      ¿Colaborar? Ya lo hablamos… ;)

La mejor sección del blog: ¡Los comentarios!

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