No se me entienda mal. Soy de los que piensa que la principal ventaja de aprender cosas nuevas es que uno va acotando los límites -e inmensidades- de su propia ignorancia. Que hay muchísimo de lo que ni sabemos, ni podremos saber nunca. Que la inteligencia no es una herramienta válida para cualquier problema.
Sin embargo, a menudo tengo la impresión de que están demasiado generalizados algunos tipos de conformismos con la ignorancia. Momentos en los que todos -no me excluyo- nos rendimos un paso demasiado pronto.
Y eso es un problema. Eso es ser necio:
necio, cia. (Del lat. nescĭus).
1. adj. Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber.
Voy a hacer tres puntos. Tal vez debieran ser cinco, doce o ninguno. Pero ahí van tres:
- Dar por sentado que algunas preguntas no tienen respuesta, aunque la puedan tener.
El ejemplo clásico, ¿qué fue antes, la gallina o el huevo? La resupuesta es, sin duda, el huevo. Existen animales ovíparos desde mucho tiempo antes que aves. Entonces alguien me dirá, sí pero ¿el huevo de gallina o la gallina? Entonces la pregunta es qué significa en este caso la palabra «de» en «de gallina». Puede ser la procedencia -viene de una gallina- o lo que encierra -una futura gallina-. Sin duda, hubo un momento en la evolución en la que un ave, a la que todavía no podemos llamar gallina, puso un huevo que contenía una mutación de su especie a la que sí se podemos llamar gallina. Aquel huevo era «de gallina» en el sentido de que tenía una gallina en su interior, pero no era «de gallina» en el sentido de que no lo había puesto una gallina sino un ave un poco más primitiva. La respuesta es relativamente compleja, puede que poco satisfactoria y está sujeta a debates (¿cuál es la frontera entre no-gallina y gallina?). Pero existe.
- Creer que es cuestión de opiniones cosas que no lo son.
Lo siento mucho, pero no todo es opinable. No siempre existen dos maneras de ver las cosas, ni una por cada individuo. Señoras y señores, por favor, asúmanlo: La botella está medio vacía Y medio llena simultáneamente. (Por cierto, que esto suele definir al optimista y al pesimista siempre desde la perspectiva de seguir vaciando la botella. A nadie se le ocurre que puede ser de optimistas el verla vacía para poder rellenarla).
- Aceptar lo consensuado aunque sea falso.
«Todas las opiniones son respetables». Eso es sencillamente mentira. Las personas son respetables. Sus opiniones pueden ser estúpidas, execrables e indefendibles. Sospecho que aceptamos esa falacia porque suena democrática. Y la democracia es …un gran consenso, ¿verdad?
Y ya sabéis. «Si no quieres ser como ellos…»:
Asumir que hay preguntas que es mejor no formular…
…o situaciones que es mejor no cuestionarse.
Oh, que bueno el tercer punto.
La democracia no es sino la dictadura de la mayoría, que en caso de que te equivocaras, convertiría «Sálvame» y «Gran Hermano» en buenos programas de televisión… por poner un ejemplo sencillo.
Todos los demás ejemplos que se me ocurren son tan bárbaros…
Pues, lejos de rendirnos, avancemos un paso más allá…
Si le damos más importancia a la tendencia que a ver las cosas estáticamente, opino no tendría sentido afirmar que «la botella está medio vacía y medio llena simultáneamente». Es una afirmación imposible, y explicaré por qué.
Desde el punto de vista de un observador estático, y pretendiendo ser objetivo, sería más correcto decir que «la botella está por la mitad» o «contiene el 50% de su capacidad», sin más.
Emplear los adjetivos «lleno» o «vacío» (aunque sea con un «medio» o un «casi» delante para invertir su significado), denota una tendencia, una acción, un movimiento, evolución o progreso hacia una dirección determinada (el cambio permanente es el estado natural del ser humano, como ser animado y pensante). No pueden coexistir dos tendencias contradictorias en un mismo tiempo y lugar, ya que siempre domina una de las fuerzas sobre un punto u objeto. De lo contrario, si esas fuerzas se neutralizan entre sí, no existirá tendencia alguna y se dará una situación estática, de calma o reposo, lo cual sería extremadamente extraño ;)
Esta apreciación, que parece traída para «rizar el rizo», tiene su importancia fundamental. Si nos acostumbramos a analizar nuestros pensamientos, y las ideas que otros nos implantan, desde esta perspectiva de si corresponden a un estado estático (fotografía «objetiva» del momento) o dinámico (tendencia o progreso, ya sea natural o intencionada), descubriremos muchas trampas, marcos mentales e intencionalidades ocultas.
Quizá tampoco hay por qué identificar «botella medio llena» con optimismo ni «medio vacía» con pesimismo. Aceptar rígidamente estos convencionalismos sociales también condiciona nuestro pensamiento en la dirección deseada por quien lanza un mensaje.
Moraleja: las expresiones siempre denotan una dinámica de pensamiento. Si queremos tener un criterio propio y evitar manipulaciones, analicemos la intencionalidad oculta tras las expresiones para ser conscientes de la dirección implícita a la que ese pensamiento nos conduce. Evitaremos así caer en la trampa de secundar un presunto enfoque interesado de quien plantea una afirmación para que la difundamos, repitamos o interioricemos.
Espero no haber contribuido con este comentario a aumentar la colección de «necedades» ;)
Has contribuido, sin duda, a hacer la entrada más interesante Manuel Ángel. ;)
Aunque ya hemos comentado esto en el post de G+ (https://plus.google.com/photos/109268118447576434467/albums/5773138960916416289/5773138966057810978) sencillamente insistiré en que:
– Para mí no es exactamente igual «medio lleno» que «a medio llenar»
– Es innegable que existen connotaciones e incluso intencionalidades al hablar. Sin embargo, creo que en la práctica es imposible no hacerlo. Y, aunque fuera posible, seguramente las consecuencias de ello no serían todas positivas.
Somos humanos y como tales nos comunicamos.
Un saludo y gracias de nuevo por la aportación.
Creo que ni todas las personas ni todas las opiniones son respetables, hay cosas universales, como la solidaridad, el amor, la justicia, el respeto, que nadie puede opinar que son incorrectas, del mismo modo que nadie puede opinar, que denigrar, humillar, menospreciar, etc, sea correcto.
Quienes van en contra de estas máximas, ni son respetables ellos ni sus opiniones. Un cordial saludo.
Sin embargo, Vilarchán, las personas puede aprender, pueden cambiar. Y aunque las acciones, incluso las actitudes y sistemas mentales de determinadas personas pueden ser indefendibles, me parece injusto presuponer que no puedan acabar siéndolo. Nadie nace aprendido y muchas veces lo que se aprende es incorrecto. Seamos estrictos con las ideas y las acciones, pero demos siempre la oportunidad a las personas. Es una cuestión de «solidaridad, amor, justicia y respeto». ;)