Con todo esto de los niños y los cuentos me acorde de un tio, Bruno Bettelheim. Debía ser bastante chungo o, al menos, como decía el del chiste, «unos decían que era bueno, otros que era malo, y luego se murió».
No puedo valorar su figura ni sus actos, pero sí creo que escribió algunas páginas extraordinarias. Personalmente, la introducción de su libro «Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas» me parece sabiduría en estado puro.
Os selecciono unos pocos fragmentos:
«(…) Los primeros relatos a partir de los que el niño aprende a leer, en la escuela, están diseñados para enseñar las reglas necesarias, sin tener en cuenta para nada el significado. El volumen abrumador del resto de la llamada «literatura infantil» intenta o entretener o informar, o incluso ambas cosas a la vez. Pero la mayoría de estos libros es tan superficial, en sustancia, que se puede obtener muy poco sentido a partir de ellos.
(…)
Lo peor de estos libros infantiles es que estafan al niño lo que éste debería obtener de la experiencia de la literatura: el acceso a un sentido más profundo, y a lo que está lleno de significado para él, en su estadio de desarrollo.
Para que una historia mantenga de verdad la atención del niño, ha de divertirle y excitar su curiosidad. Pero, para enriquecer su vida, ha de estimular su imaginación, ayudarle a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones; ha de estar de acuerdo con sus ansiedades y aspiraciones; hacerle reconocer plenamente sus dificultades, al mismo tiempo que le sugiere soluciones a los problemas que le inquietan. Resumiendo, debe estar relacionada con todos los aspectos de su personalidad al mismo tiempo; y esto dando pleno crédito a la seriedad de los conflictos del niño, sin disminuirlos en absoluto, y estimulando, simultáneamente, su confianza en sí mismo y en su futuro.
(…)
El niño necesita que se le dé la oportunidad de comprenderse a sí mismo en este mundo complejo con el que tiene que aprender a enfrentarse, precisamente porque su vida, a menudo, le desconcierta.»
No puedo estar más de acuerdo. El niño necesita las historias para dar sentido a lo que ocurre en su vida. De hecho, a veces ocurre que quieren escuchar una y otra y otra vez el mismo cuento. Igual es muy aventurado por mi parte decir esto, pero yo diría que están pidiendo las historias que tratan sus propios problemas, aquellas con las que más se identifica. ¿Y por qué lo creo? Porque los adultos hacemos lo mismo. ¡Si hasta construimos nuestra vida como narración!
Si te pido descríbeme esto:
…probablemente te cueste más esfuerzo que construir un historia que lo explique. Nuestro cerebro es bueno en eso.
–
Hoy en día, sin embargo, y por no perturbarles, normalmente les damos historias prácticamente vacías. Mi hermano me comentó lo increíblemente aburrida que es una serie infantil, que incluso tiene un capítulo titulado «Nunca pasa nada«. ¡Toma declaración de (no) intenciones!
Con el potencial que tienen las historias, me llama la atención no se hable más de la Narratoterapia (o Narrative Therapy). Tanto en niños como en adultos. Con problemas graves, y no tanto. Utilizar la narrativa como medio de construcción de sentido y vinculación entre el mundo interior y el exterior. Cuentos a medida. Historias precisas para momentos concretos o que, sencillamente, ayuden a crecer.
Igual no está de moda. Igual suena viejo. O, muy probablemente, será que no estoy en mi elemento. Pero últimamente me ha tocado comprobar que, en realidad, el método sí que está ahí, aplicándose hoy en día. Por ejemplo en casos de integración de niños adoptados, con síndrome de down o estrés post-traumático. De hecho, diría que la psicomagia de Jodorowski (que me dio tema para una obra) no es más que una manera de construir rituales personalizados, que sirvan de narración terapeútica.
Y me ha gustado saberlo.
Pero dejadme volver a Bettleheim para terminar:
«A través de los siglos (si no milenios), al ser repetidos una y otra vez, los cuentos se han ido refinando y han llegado a transmitir, al mismo tiempo, sentidos evidentes y ocultos; han llegado a dirigirse simultáneamente a todos los niveles de la personalidad humana y a expresarse de un modo que alcanza la mente no educada del niño, así como la del adulto sofisticado.»
Visto así, ¿en qué medida es necesario inventar cuentos? ¿No estaría bien empezar por leer de verdad los que ya hay? Estoy seguro de que, quien lo haga, encontrará cosas.
–
Nota: Por cierto que, si alguien se siente capaz, que sepa que existe la posibilidad de crear libros electrónicos infantiles interactivos de una forma bastante apañada (vía +Juan Diego Polo).
Estaba de acuerdo con todo hasta que has mencionado al iluminado de Jodorowky.
Yo hace tiempo me planteé escribir algún cuento como regalo para mis amigos que habían sido padres, con una versión (obviamente alternativa y ficticia) de sus hijos como protagonistas. El plan era que fuesen sencillos, didácticos, entretenidos y que no tratasen al lector (adulto) ni al niño como estúpidos.
Aún no he conseguido escribir ninguno.
Al Jodorowski lo menciono, pero no quiero dar a entender que lo respaldo. Creo que es un intento basado en eso, pero no tengo forma de valorar si el sistema funciona o no… (Me supongo que no)
La idea que pretendes es interesante. Yo sí que llegué a escribir una obra de teatro para mis sobrinos (que, por lo que veo, no he llegado a colgar en el «nuevo» blog) y tuvo buena acogida por parte de ellos. No sé ni si se acordarán… ;)
me gusta :)
Interesante, tengo el libro de Bettleheim en algún lugar pero no lo recordaba. De acuerdo con lo del iluminado tb :) Un saludo y hasta pronto
Madre mía, la mismísima Dolors Reig viene de visita a mi blog ¡y los del transporte no me han traído la alfombra roja! ;)
Tengo que reconocer que el libro no lo leí entero. Yo es con el psicoanálisis… tengo mis reservas. Aun así, en su momento me pareció que decía muchas cosas interesantes. Y los cuentos de hadas… que valen la pena por sí mismos.
Pronto nos veremos, sí. Cuento los días. :)
Vaya, parece que no estamos tan lejos. Je. Lo comentas me ha hecho pensar en esta entrada de mi blog:
http://secomenlaluna.wordpress.com/2013/11/03/pensamiento-magico-poesia-y-lenguaje/
(Lo que comentas)