Respondiendo a una pregunta

«Yo es que lo veo como algo más …orgánico» le dije. Me miró sorprendida. «Cosas que crecen si se dan las condiciones. Recursos que se liberan cuando no. Es todo. Y está bien que sea así». Eso o algo parecido a eso debí decirle.

A las semanas me pidió que le explicara mejor todo aquello. A los meses -disculpas por la espera- lo intento. 

Llegado el momento, paremos a coger aire, dar un paso atrás, perseguir otra síntesis de sentido.

Admitamos que vivimos en una franja dimensional muy concreta y turbulenta. Que somos orgánicos. Que creceremos por los espacios disponibles, allá donde las condiciones sean más favorables. Que colaboraremos y competiremos por los recursos. No hay opción. Nuestras células prerracionalmente expresan sus certezas.

Todo cuanto está vivo forma parte del comer y ser comido. Esto es así. Siempre. Simultáneamente. Somos consumidores. Somos recursos. Luego seámoslo. Elijamos cuidadosamente el tipo de alimento que deseemos ser. Propiciemos el desarrollo de lo valioso. Sea nuestra única labor hacer lo necesario para que los niños y el ñame crezcan. Quien sabe si no son ellos, los niños por nacer, quienes nos empujan a envejecer a través del tiempo. Pidiendo su sitio para crecer. Para comer y ser comidos.

A menudo lloraremos por las ramas rotas. Vivenciadas como muertes y finales, sensación de pérdida y duelo. Pero todo ello sólo tienen sentido desde la perspectiva de la conciencia humana. El mecanismo completo es ciertamente más sutil. Desde fuera, es evidente que nada entra ni sale del sistema. Y contempla tales episodios como otras oportunidades de crecimiento. Nada es disociado. Aunque el equilibrio sea complejo y su dinámica, a menudo, exceda nuestra percepción, guarda un orden. Un orden en el que cada uno, es lo cierto, importa poco. Pero un orden.

Desde: http://www.isepsociety.com/index.php?set_albumName=Leander_Lab&id=1_test&option=com_gallery&Itemid=&include=view_photo.php

Cabalgamos sobre la flecha del tiempo, adhiriendo recuerdos que luego adecuamos a nosotros o, simplemente, se nos desprenden. Pero nos es del todo imposible visualizar el instante más cercano no ocurrido. Somos absolutamente ciegos al segundo posterior. Extrañémonos por ello.

¿Qué narrativas no podríamos crear si nos fuera natural mirar en ambas direcciones? Nuestra consciencia está siempre atestada de pasados, pero nos movemos en dirección a lo aleatorio. Es un juego perturbador, psicopático. Parece diseñado estrictamente para equivocarnos el paso. Bien pues, hagamos trampas. Veamos el porvenir. Caminemos.

A fin de cuentas, el todo es homeostático. Y nosotros, orgánicos. Nada se pierde.

Eso es el futuro.

9 comentarios en “Respondiendo a una pregunta

  1. Ok, somos orgánicos y crecemos por los espacios disponibles. Pero ¿por qué seremos la única especie que se permite tomar sustancias nocivas para nosotros mismos? ¿Somos suicidas, autodestructivos? ¿es también parte de la selección naturas?

    1. Mmmm… No creo que seamos la única especie que hace eso. Quizá seamos los que más conscientemente lo hagamos (lo cual es fácil de explicar porque somos, con diferencia, la especie más consciente).

      Los mecanismos del placer, en todo caso, se suelen entender como medidas de retribución. En general, nos producen placer las cosas que son buenas para la supervivencia (una alimentación nutritiva, el sexo, las relaciones con otros seres…) Sin embargo, el intentar alcanzar niveles de placer superiores sin los esfuerzos asociados, ese «hackeo» del sistema, nos plantea conflictos. Puede aportar, en ocasiones, y puede también ser un factor limitante en nuestro crecimiento.

      La «selección natural», al fin y al cabo, no la hacemos nosotros. Nos viene dada… ;)

  2. Y homeopática, por lo que se ve… :) Ya sabes aquello de la 2ª ley de la Termodinámica: la materia tiende al caos para reorganizarse en un nivel superior de complejidad. Los hombres, sin embargo, lo hacen en un nivel superior de desorden. Está en nuestra naturaleza y en nuestro sino.

    Me ha gustado tu blog!!

    1. jejeje… Algo de eso hay, sin duda. Aunque todo eso de complejidad, desorden, caos… sólo tenga sentido desde una perspectiva humana, ¿no crees? A la naturaleza le importa bastante poco todo eso. No se ralentiza el reloj del universo por mucho que lo agitemos. ;)

      Me alegro de que te haya gustado el blog. Yo también me apunto el tuyo. Está muy currado, enhorabuena.

La mejor sección del blog: ¡Los comentarios!

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