Si tengo que rescatar un único fragmento del libro para compartirlo aquí, yo creo que sería el que habla sobre la felicidad. Tema que, por cierto, empieza a ser recurrente en este blog.
¿Y qué es lo que dice?
Empecemos por unos conceptos previos:
- El cerebro intenta conseguir un equilibrio homeostático. Es decir, realizar ajustes dinámicos del equilibio, autorregularse para mantenerse estable.
- El placer o el dolor suelen durar menos en el tiempo y tener menos intensidad que nuestras expectativas o memoria de los mismos (sobre esto ya hablamos una vez).
- El segundo es consecuencia del primero. Nos adaptamos al placer para no perder motivación, incentivos. Y nos adaptamos al dolor para poder seguir con nuestra actividad. Los dos son indicadores recompensa o castigo, pero sólo tienen sentido durante un breve espacio de tiempo.
Por lo tanto, nuestro nivel de felicidad es básicamente un trazo de nuestra personalidad.
No es que sea independiente de la vida que llevemos pero, al final, el cerebro va a tender a regularse hasta alcanzar el grado de satisfacción/insatisfacción en el que se siente equilibrado. Que te toque la lotería, montarte un chiringuito en la playa, trabajar más o menos… son cosas que te pueden servir un tiempo pero lo más probable es que acabes tendiendo al punto de felicidad en el que ya estabas.

Es una planta, pero parecen neuronas. ¿A que mola la foto?
Y a partir de ahí, el tipo da una serie de pistas para, a pesar de ello, intentar sentirse lo mejor posible con la vida que uno lleva. Aun a riesgo de que me acusen de escribir artículos de autoayuda, aquí las dejo:
- Redefine «Felicidad»: Ten en cuenta que nunca será un estado de alegría indefinida.
- Persigue experiencias, no placer: La búsqueda de «grandes fines» (Bettelheim diría «aportaciones a la vida») puede que te provoque más problemas que placer, pero también permite transformaciones de la persona, de la visión de sí misma y de su manera de ver el mundo.
- Convéncete de que no quieres ser feliz (hablando de felicidad mal entendida): Al fin y al cabo, la insatisfacción es lo que hace que el mundo gire.
- Disfruta la libertad de ello: Si no andas obsesionado por alcanzar ése éxtasis continuo, no te estresarás por no conseguirlo.
- Recuerda que la felicidad es fugaz y no se puede garantizar.
- Exprime al máximo tus experiencias felices: Aprovecha el poder de las expectativas y la memoria. Ya hemos dicho que son casi igual de placenteras que la experiencia en sí. Así que piensa en lo bien que te lo vas a pasar en el próximo concierto siempre que puedas y luego recuerda cómo lo disfrutaste.
Por último, el tipo hace una serie de reflexiones sobre cómo es posible ir cambiando ese grado de satisfacción con la propia vida con tiempo y con esfuerzo. Y cómo aprender a hacer lecturas de los acontecimientos. Y cómo es importante hacerse una vida laboral, social y geográficamente adaptada a nuestra personalidad. Atención, no a lo que queremos, sino a lo que somos. Y otras cosas dice. Pero ya para eso, os leéis el libro, ¿no? ;)
Creo que este que has puesto es uno de los mejores textos sobre la felicidad que he leído en los últimos años. Por lo breve y sencillo y por lo absolutamente acertado, al menos desde mi punto de vista.
Hoy, por otras circunstancias, pensaba en ello. Estoy segura de que yo no sería más feliz si solo me hubieran ocurrido cosas buenas. Todo lo que me ha ocurrido, lo bueno y lo malo, me ha hecho ser más consciente, más capaz de disfrutar de los buenos momentos y de relativizar los malos. A fin de cuentas, de ser más feliz.
(Bueno, aunque en voz baja, psshht! te diré que molaría una lotería, más que nada para acumular las experiencias de las que hablas en el segundo punto…)
En fin, nada más lejos lo que has escrito que de un texto de auto-ayuda.
Un beso, Toto.
Me alegro de que te haya gustado tanto. Cuando lees el libro entero es como que te encaja todo más. Porque es una aproximación un poco más neurológica al asunto (pero a un nivel divulgativo, insisto).
Lo de la lotería, ojo. Mejor hazte rica de a pocos, que si no se corre el riesgo de volverse uno loco. El objetivo, por lo visto, para quitarse el estrés financiero y disfrutar a tope son los 60.000$/año. A partir de ese momento, la curva pasta-felicidad es prácticamente plana. Y sí, es un señor sueldo al que mucha gente no llegará nunca en España. Pero sí que hay un porcentaje de gente significativo que lo tiene o lo puede lograr. No como ser una estrella del rock, o Leo Messi.
¡Un besote!