«Venden los dioses lo que dan»
F. Pessoa
Tú no eres como el resto.
Algo te hace especial, te distingue de esos casi todos
y te hace parte de un grupo de escogidos que
«Venden los dioses lo que dan»
F. Pessoa
Tú no eres como el resto.
Algo te hace especial, te distingue de esos casi todos
y te hace parte de un grupo de escogidos que
Nunca me he creído la patraña de que uno es especial por el simple hecho de ser uno mismo. Primero, porque una cosa es ser especial y otra es ser simplemente diferente. Y aunque aceptemos que no hay dos personas iguales, compartimos una enorme dosis de sota, caballo y rey. Segundo porque ser especial conlleva un toque de genialidad, de superioridad, y si todos son superiores o genios, en realidad nadie lo es.
Creo que hay muy pocas personas que son realmente especiales; los demás somos del montón. No pasa nada por aceptarlo. La mayoría de nosotros, cuando muramos, no dejaremos ninguna huella, salvo un recuerdo que se irá haciendo cada día más vago en la mente nuestros familiares, amigos y conocidos. Y probablemente ese recuerdo no sea necesariamente agradable: algunos no nos recordarán por ser buenas personas, precisamente. Hasta en eso nadie es especial.
La verdad es que es sorprendente la presión cultural de la escuela del «setumismoísmo». Como si fuera el santo grial, la puerta mística o algo evitable. Una vez leí (y no consigo recordar dónde) que «la diferencia entre dos seres humanos cualesquiera es muy pequeña, pero esa diferencia es muy importante». Estoy totalmente de acuerdo. Y, curiosamente, me parece más importante la primera parte de la frase. Tu «sota, caballo y rey».
Un tema que no he querido tocar al mismo tiempo en este poema, pero muy relacionado, es que ésa élite a la que pertenecemos, creemos que es la llave a la felicidad. Y el muy identificado con algo hace proselitismo de su elección. Y da lecciones a la gente sobre lo que «se debe hacer» porque, «al final, lo importante es», y deberías hacer como yo. Y así, ya de paso, reafirmarnos un poco en que el mejor chorizo es el de mi pueblo. ;)
Por otra parte, es cierto que la inmensa mayoría de nosotros (de hecho, probablemente todos nosotros) no dejaremos la menor huella. Pero para los que apreciamos el poder liberador del «Principio de Mediocridad» (lo toqué aquí: https://luistarrafeta.com/2013/02/26/llegar-a-donde-estan-a-oscuras-encender-la-luz-e-irte/) es una suerte.
¿Has visto cuál es mi élite? Los mediocres. Más de lo mismo. ;)
Para mi es muy difícil llegar a la elite.. Debido a que las personas pensamos diferente. Aunque se crea que somos iguales
lo que nos une es la afinidad.