«El verdadero libro no es el que leemos, sino el que nos lee«, debió de escribir W. H. Auden. Eso es, al menos, lo que leí en un juego de tarjetas con juegos psicólogicos, el Phsychobox, hace unos años.
Se estaban refiriendo, concretamente, a realizar Tests de Apreciación Temática (TAT). El test se basa en ofrecer imágenes abiertas a múltiples interpretaciones. Con ello se pretende que para que el cliente -a menudo tan paciente– pueda iniciar una aproximación a sus pensamientos, sentimientos ocultos, fantasías, esperanzas o miedos soterrados.
Entre las imágenes utilizadas para aplicar el método, destacan los cuadros de Edward Hopper por su atmósfera y por la enigmática ambigüedad que se da entre sus personajes.
A mí, por supuesto, me pareció esos cuadros podrían ser un caldo de cultivo estupendo. Esconden tantas historias que algo tenía que hacer con ellos. En total, han sido varios experimentos. Éste fue el primero.
El ejercicio era sencillo. Convertir un cuadro en un pequeño cómic.
Para eso me basé en lo que recordaba del estupendo «Entender el cómic – El arte invisible« de Scott McCloud.
Os contaría de qué va el libro. Pero he pensado que mejor lo haga él mismo (si no funciona – link original):
Y el próximo día os sigo contando…
De diferente manera cada uno habla diferente. Animos. Saludos
Así es. Por eso traducir es tan difícil. ;)
Deseandico de más…
A ver qué te parecen los siguientes! ;)
…el que nos lee… ¡exactamente!
Ah…¡miga! ¡Es que es una revelación en toda regla!