Si os dijera, «¡Eh, ha venido el historietista de «El Listo» por aquí! ¿Quieres que nos echemos unas cañas con él esta tarde?» ¿Me diríais que no?
Si lo hicierais, os perderíais unas buenas risas. Y, además, de las que te dejan pensando.
No conozco personalmente a Xavier Àgueda -¡no confundir con «El Listo«, ojo!- pero sospecho que leer «Una amante complaciente» tiene que ser lo más parecido a eso.
Unas pocas horas de lectura fluida, muy ágil, en la que el figura éste va soltando un no parar de historias, anécdotas y reflexiones acerca de sus trabajos de creación y su relación con ellas.
Todo lo cuenta en primera persona, sin grandes pretensiones, sin «ir de» nada pero sin tampoco acallar sus ideas. Porque es un libro que se puede leer a varios niveles. Están las historias -muchísimas- suyas, de amigos y compañeros de profesión, con las que reírse mucho. Pero no nos engañemos, es una anécdota tras otra hasta la construcción de un sentido final. Porque también es la autobiografía de un dibujante de cómics aquí y ahora. Cómo empezó, los pasos que fue dando, las personas a las que fue conociendo, qué le llevó a tomar según qué decisiones y qué consecuencias tuvo -para él- todo esto de llevar a un webcomic sus pedradas personales.
Y esto es algo que a mí me llama la atención. Porque las tiras de El Listo se publican en un montón de sitios pero él siempre habla de su trabajo como un webcomic independiente -y lo es, que para eso se sacó las oposiciones-. Está claro que se siente uno más de los que dedicamos un rato de nuestro tiempo libre a compartir nuestras movidas. Tal vez por eso toca casi todos los temas que me interesan -a mí, personalmente- como escritor amateur, sobre cómo relacionarnos con nuestros trabajos y hacer uso de esta libertad de publicación que la tecnología nos ha dado.
Así que ésa es la mezcla: tono sencillo pero con aportaciones valiosas, de las que te acuerdas a los días; humor a veces cafre pero desde la defensa -por ejemplo- de lo «políticamente correcto» y muchos, muchos, motivos para reírse. Sinceramente, el conjunto, para mí, funciona como un tiro.
Así que igual no nos podemos echar una caña tú y yo con él esta tarde. Pero tenemos esto. Y hasta se lo podemos regalar a alguien, joder. Que mira que fechas son y todavía no sabes qué pillar a tu amigo invisible. ;)
¡Pues te ha quedado muy bien! ¡Felicidades! :)
Gracias. :)
La verdad es que me eché unas buenas risas…