La entrada de hoy es, más que nada, por no perder las buenas costumbres de escribir al menos una vez a la semana.
Pero no es porque esté más vago que de costumbre. Más bien al contrario. Estoy metiendo bastantes horas entre un corto -que publicaremos en pocas semanas- y la boda de un amigo que me está llevando la misma dedicación que la de un primogénito -y encantao, ojo-. ;)
Pero me apetecía decir una cosa acerca del rodaje de cortos. Al menos, del rodaje de cortos a nuestro nivel.
Y es que, se suele pensar que la preparación de un corto es hablar de historias, de planos, de soluciones técnicas. Es decir, algo parecido a esto:
Lo cual es cierto en parte. Pero también es hacer cien llamadas para saber quien puede dejarte un reloj caro, una pistola, un mechero bunsen, un taladro. Y, a menudo, se trata también de salir a las 6 de la tarde del curro, ponerte en traje de faena, conducir hasta otra ciudad en la que te espera una caseta …y hacer esto otro:
Nada que no se pueda imaginar alguien con un poco de sentido común, de acuerdo. Pero tampoco lo que llega de primeras a la cabeza de cualquiera. Sobre todo, si no se tiene ninguna experiencia.
Por eso creo que por eso merecía la pena esta entrada.
(cántese como Juako Malavirgen al ritmo de Extremoduro)
Y al día siguiente
Barrer, fregar, el rollo de siempre
pasar la bayeta
y la aspiradora
usar quitagrasa
echar cristasol por doquier
Y al dia siguiente…
y al día siguiente llenarlo todo de grillos vivos, jajaja
menuda aventura de rodaje!
La semana que viene tendremos algo para ver. ;)