Me lo encontré en un artículo sobre la satisfacción laboral. Se llama teoría de los dos factores (F. Hezberg) y viene a decir que los trabajos tienen dos tipos de características, unas que motivan y otras que desmotivan. Y lo más importante es que no son las mismas. Les llamaron:
- Factores de motivación: A aspectos como el reconocimiento, el desafío, la responsabilidad. Proporcionan satisfacción por el trabajo en sí, o la forma en que se realiza.
- Factores de higiene: Aquellos como el salario, los beneficios sociales, las condiciones laborales, etc. No producen satisfacción por sí mismos, pero pueden provocar efectos adversos cuando faltan.
Es decir, que lo contento que está uno con su trabajo es una combinación entre lo que hay de bueno y lo que no hay de malo, siendo ambas dimensiones distintas. No es una misma escala que va de la insatisfacción a la satisfacción de manera gradual. No son dos caras de una misma moneda, sino monedas distintas*. Por ejemplo, un sueldo bajo es desmotivador, sin duda. Pero, a partir de cierto nivel, mayor salario no implica mayor satisfacción. Si lo dice hasta Jagger…
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=KzYWTIHqutA]
Motivación e higiene. Me gusta**.
Hasta el punto de que creo que puede aplicarse a muchas otras cosas***.
Por ejemplo, se me ocurre, en el terreno de lo creativo. ¿Por qué nos gusta la música que nos gusta?¿O las pelis? Probablemente porque tocan temas que nos interesan, con personajes con los que empatizamos, porque nos sorprenden y nos enseñan… Pero, ¿no es cierto que hay aspectos que te expulsan? ¿Que te chirrían? Yo diría que:
- los aspectos de motivación son los de «brillantez creativa», las puntos que te aportan o incluso entusiasman. Los momentazos que recuerdas, que te sacan la carcajada o la revelación. Es muy difícil lograrlos. Ahí está el talento.
- Pero luego, la higiene es todo aquello que no puede fallar. Escribir con faltas de ortografía, ser incoherente, saltarse los pactos de lectura o meter un deus-ex-machina. Cumplir con todo ello a la vez también es muy difícil. Porque lleva mucho trabajo y porque ahí, está el oficio.
Las obras maestras seguramente lo sean porque tienen varios de los primeros y «cumplen» con los segundos. En mi opinión, no hace falta que sean perfectas -en el sentido de que no tengan cosas mejorables- para ser magistrales.
O en las relaciones personales:
- ¿Cuales son los rasgos que te hacen conectar con una persona? Que te hacen brotar la simpatía o incluso te enloquecen.
- ¿Y cuales son las cosas con las que no se puede convivir? ¿Cuales son las condiciones mínimas innegociables para ti?
No creo que nadie se enamore realmente de una «ausencia de defectos», pero sin duda hay comportamientos que no los excusan cien virtudes.
Factores de valor frente a factores de higiene.
Un ejercicio clarificador de cara a valorar muchas cosas, ¿no os parece?
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* Quizá, si las palabras no fueran tan parecidas nos despistaríamos menos…
** Aunque, tengo que decir, que el trabajo de Hezberg ha sido muy criticado. La wiki, como siempre, lo explica bien.
*** Hay algo de Pirámide de Maslow en todo esto, ¿verdad?
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Nota 1: Incluso en el fútbol, comentaba el otro día Sivio Broca en un artículo bastante sorprendente que:
«La mejor manera de aumentar el rendimiento de un equipo no es contratar un fuera de serie sino deshacerse del eslabón más débil (aquel menos dotado técnicamente). Los equipos son tan buenos como el peor de sus jugadores».
Nota 2: Como veis, ya he vuelto a cambiar el aspecto del blog. Al final, ganó «Pictorico» por un porcentaje significativo. Me da un pelín más de curro, pero está muy chulo, la verdad. ¡Gracias a todos!
Higiene del trabajo… Nunca se me habría ocurrido definirlo así, y mira, ahora no creo que se pueda describir mejor eso que hace que tu curro sea un asco. O que te impida disfrutar un texto con faltas de ortografía o que haga que vayas corriendo a apagar la radio (a veces pasar la canción no es suficiente)
Por cierto cuando he abierto el blog, me ha dado una impresión buenísima el nuevo look 👍
A mí, la verdad, el concepto me ha parecido de lo más útil.
Y me alegro de que te haya gustado el nuevo look! La verdad es que fueron unas cuantas horas de mirar y comparar y luego la votación. Pero sí, a mí también me mola. ;)
Lamento reconocer que me he perdido. Si «no son dos caras de una misma moneda, sino monedas distintas», entonces ¿puedo estar satisfecho e insatisfecho a la vez?
En cierto modo sí, Ricardo. Y es ahí cuando uno entra en conflicto. Un trabajo que no te puedes quejar de salario o condiciones laborales pero que no te llena lo más mínimo. O al revés. Por poner el ejemplo sencillo.
Pero el tema de fondo es que hay cosas que son «para no perder» y otras que son «para ganar». Quizá no lo he explicado muy bien en el post. ¡Ay! :)