Estoy de acuerdo, el título es bastante pretencioso, pero me ha podido el respeto a mis fuentes.

Se trata de una presentación que hice ayer dentro de las jornadas «Blogs, ¿para qué?» dirigidas a profesores de Lengua y Literatura de educación secundaria, organizadas por el Centro de Apoyo al Profesorado de Pamplona. Los profes se portaron muy bien y casi no se tiraron bolas de papel entre ellos a mis espaldas.

La organización me había pedido que hablara sobre mi experiencia como bloguero, sobre cómo lo utilizo para difundir lo que escribo y qué creo que puede aportar a la educación. Al final, decidí cambiar mucho la perspectiva para tocar temas que me interesan mucho y que no son muy conocidos. Sobre las tecnologías de la información y cómo afectan a la sociedad todo ello haciendo, por supuesto, un especial hincapié en cómo pueden usarse para educar.

La presentación la cuelgo aquí. Aunque parece que no se ve todo bien (esto de insertar presentaciones en wordpress funciona desde hace unas pocas horas y creo que no está fino del todo). Así que os dejo también un link:

Al acabar, comentando los temas, me preguntó un colega hasta qué punto esa «voluntad de compartir» de la comunidad tiene que ver con el ego de la gente. Y supongo que la respuesta es «mucho». Que el prestigio y el reconocimiento que los miembros de «las comunidades» obtienen de su trabajo es uno de los principales alicientes. Y, a pesar de las connotaciones negativas de la palabra, mientras uno no se vuelva insoportable, ¿qué hay de malo en sentirse pagado de esa forma por hacer aportaciones a la vida de los demás?