Ellos-voz
la resultante
de tantas voces
suena idéntica
al ruido de nadie
–
cuando
es la voz
tumultuosa
que secuestra
al hablante
–
cuando
es la voz
sin dueño
de otra cosa
–
cuando
la información
—– implacable
se propaga
como resonancia
que amplifica
——- y deforma
y comprime
——- con total pérdida
del hombre
–
o el silencio
se disfraza
de ausencia
de registros
–
y la envolvente final
es un clamor hueco
——- y desdentado
una sentencia
——- emborronada
–
cuando
es la mera
indiferencia
–
y son tantos
–
que es imposible
prestar audiencia
a cada alma
–
que en todo punto
puede escucharse
——- su silencio
–
repitiéndose
como un turbio
consenso
–
frente a ellos
se erige siempre
–
una sordera
–
una pretendida
corriente
–
igual y opuesta
–
aunque rara vez
sea igual
y nunca opuesta
–
como espejos
enfrentados
abriendo un espacio
infinito
——— y austero
que comparte
la uniformidad
–
del ruido
–
o el vacío
–
inculcado
sin fisuras
–
porque
la diferencia
entre ellos
y nosotros
es tan pequeña
como el yo
–
–