«¿Quién eres tú, lector, que dentro de cien
años leerás mis versos?
R. Tagore
¿Quién eres tú?
Día tras día me enfrento a tus misterios, espejo y negro. Buscando descifrarte. Encontrar, quizá, el cabo de alguna madeja que aún no entienda. Pero a la que, tal vez, pueda asirme y un día decir:
Lo reconozco. Esto ya estaba.
Pero ¿quién eres tú, ahora?
¿Con las décadas, acaso, leerás mis versos?
Motivo último de este conato.
Y si lo haces ¿lo harás con tu voz o con la mía?
No es tampoco casual que confine en cristal de bytes tantos momentos, como una triste excusa de lo vivo.
Arrastro mis tristes redes por la superficie del instante. Ávida quimera del recuerdo.
Pero no puedo enviarte ni mi certeza más liviana.
Como es acompañar tu arraigo a esto:
La cefalocaudal de tu presencia.
Esa mirada tallando los espacios.
O el muestreo de mi química en tu boca.
Ojalá descubras las tuyas algún día.
¿Cuáles son?